CANTAR DE MIO ÇID
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1.- DESTIERRO DEL ÇID
De los sus ojos tan fuertemente llorando,
De los sus ojos tan fuertemente llorando,
tornaba la cabeza y estábalos catando.
Vio puertas abiertas y postigos sin candados,
alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos,
y sin halcones y sin azores mudados.
Suspiró mío Cid pues tenía muy grandes cuidados.
Habló mío Cid, bien y tan mesurado:
¡gracias a ti, señor padre, que estás en alto!
¡Esto me han vuelto mis enemigos malos!
Allí piensan aguijar, allí sueltan las riendas.
A la salida de Vivar, tuvieron la corneja diestra,
y, entrando en Burgos, tuviéronla siniestra.
Meció mío Cid los hombros y movió la cabeza:
¡albricias, Álvar Fáñez, que echados somos de tierra!
Mío Cid Ruy Díaz por Burgos entraba,
en su compañía, sesenta pendones llevaba.
Salíanlo a ver mujeres y varones,
burgueses y burguesas por las ventanas son,
llorando de los ojos, ¡tanto sentían el dolor!
De las sus bocas, todos decían una razón:
¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!
2.- CONQUISTAS DEL ÇID
Embrazaron los escudos delante del corazón:
Embrazaron los escudos delante del corazón:
las lanzas ponen en ristre envueltas en su pendón;
todos inclinan las caras por encima del arzón
y arrancan contra los moros con muy bravo corazón.
A grandes voces decía el que en buena hora nació:
"¡Heridlos, mis caballeros, por amor del Creador,
aquí está el Cid, Don Rodrigo Diaz el Campeador!".
Todos caen sobre aquel grupo donde Bermúdez se entró
Éranse trescientas lanzas, cada cual con su pendón.
Cada guerrero del Cid a un enemigo mató,
al revolver para atrás otros tantos muertos son.
Allí vierais tantas lanzas, todas subir y bajar,
allí vierais tanta adarga romper y agujerear,
las mallas de las lorigas allí vierais quebrantar
y tantos pendones blancos que rojos de sangre están
y tantos buenos caballos que sin sus jinetes van.
A Santiago y a Mahoma todo se vuelve invocar.
Por aquel campo caídos, en un poco de lugar
de moros muertos había unos mil trescientos ya.
3.- EPISODIO DEL LEÓN
En Valencia estaba el Cid y los que con él son;
con él están sus yernos, los infantes de Carrión.
Echado en un escaño, dormía el Campeador,
cuando algo inesperado de pronto sucedió:
salió de la jaula y desatóse el león.
Por toda la corte un gran miedo corrió;
embrazan sus mantos los del Campeador
y cercan el escaño protegiendo a su señor.
Fernando González, infante de Carrión,
no halló dónde ocultarse, escondite no vio;
al fin, bajo el escaño, temblando, se metió.
Diego González por la puerta salió,
diciendo a grandes voces: «¡No veré Carrión!»
Tras la viga de un lagar se metió con gran pavor;
la túnica y el manto todo sucios los sacó.
En esto despertó el que en buen hora nació;
a sus buenos varones cercando el escaño vio:
«¿Qué es esto, caballeros? ¿ Qué es lo que queréis vos?»
«¡Ay, señor honrado, un susto nos dio el león».
Mío Cid se ha incorporado, en pie se levantó,
el manto trae al cuello, se fue para el león;
el león, al ver al Cid, tanto se atemorizó
que, bajando la cabeza, ante mío Cid se humilló.
Mío Cid don Rodrigo del cuello lo cogió,
lo lleva por la melena, en su jaula lo metió.
Maravillados están todos lo que con él son;
lleno de asombro, al palacio todo el mundo se tornó.
En Valencia estaba el Cid y los que con él son;
con él están sus yernos, los infantes de Carrión.
Echado en un escaño, dormía el Campeador,
cuando algo inesperado de pronto sucedió:
salió de la jaula y desatóse el león.
Por toda la corte un gran miedo corrió;
embrazan sus mantos los del Campeador
y cercan el escaño protegiendo a su señor.
Fernando González, infante de Carrión,
no halló dónde ocultarse, escondite no vio;
al fin, bajo el escaño, temblando, se metió.
Diego González por la puerta salió,
diciendo a grandes voces: «¡No veré Carrión!»
Tras la viga de un lagar se metió con gran pavor;
la túnica y el manto todo sucios los sacó.
En esto despertó el que en buen hora nació;
a sus buenos varones cercando el escaño vio:
«¿Qué es esto, caballeros? ¿ Qué es lo que queréis vos?»
«¡Ay, señor honrado, un susto nos dio el león».
Mío Cid se ha incorporado, en pie se levantó,
el manto trae al cuello, se fue para el león;
el león, al ver al Cid, tanto se atemorizó
que, bajando la cabeza, ante mío Cid se humilló.
Mío Cid don Rodrigo del cuello lo cogió,
lo lleva por la melena, en su jaula lo metió.
Maravillados están todos lo que con él son;
lleno de asombro, al palacio todo el mundo se tornó.
4.- AFRENTA DE CORPES
En el robledo de Corpes entraron los de Carrión,
los robles tocan las nubes, ¡tan altas las ramas son!
Las bestias fieras andan alrededor.
Hallaron una fuente en un vergel en flor;
mandaron plantar la tienda los infantes de Carrión,
allí pasaron la noche con cuantos con ellos son;
con sus mujeres en brazos demuéstranles amor;
¡mal amor les mostraron en cuanto salió el sol! […]
[…] Todos se habían ido, ellos cuatro solos son,
así lo habían pensado los infantes de Carrión:
«Aquí en estos fieros bosques, doña Elvira y doña Sol,
vais a ser escarnecidas, no debéis dudarlo, no.
Nosotros nos partiremos, aquí quedaréis las dos;
«no tendréis parte en tierras de Carrión.
«Llegarán las nuevas al Cid Campeador,
«así nos vengaremos por lo del león».
Los mantos y las pieles les quitan los de Carrión,
con sólo las camisas desnudas quedan las dos,
los malos traidores llevan zapatos con espolón,
las cinchas de sus caballos ásperas y fuertes son.
Cuando esto vieron las damas así hablaba doña Sol:
«Don Diego y don Fernando, os rogamos por Dios,
dos espadas tenéis, fuertes y afiladas son,
el nombre de una es Colada, a la otra dicen Tizón,
cortadnos las cabezas, mártires seremos nos.
Moros y cristianos hablarán de vuestra acción,
dirán que no merecimos el trato que nos dais vos.
Esta acción tan perversa no la hagáis con nos
si así nos deshonráis, os deshonraréis los dos;
ante el tribunal del rey os demandarán a vos».
Lo que ruegan las dueñas de nada les sirvió.
Comienzan a golpearlas los infantes de Carrión;
con las cinchas de cuero las golpean sin compasión;
así el dolor es mayor, los infantes de Carrión:
de las crueles heridas limpia la sangre brotó.
Si el cuerpo mucho les duele, más les duele el corazón.
¡Qué ventura tan grande si quisiera el Criador
que en este punto llegase mio Cid el Campeador!
5.- EL ÇID RECUPERA SU HONRA
Dejémonos de pleitos con los infantes de Carrión,
de lo acontecido mucho les pesó.
Hablemos ahora de aquel que en buen hora nació.
Grandes son los gozos en Valencia la mayor,
por la honra que han tenido los del Campeador.
Hicieron sus tratos los de Navarra y Aragón,
tuvieron junta con Alfonso el de León.
Hicieron sus casamientos doña Elvira y doña Sol.
Así crece la honra del que en buen hora nació,
cuando señoras son sus hijas de Navarra y de Aragón.
Hoy los reyes de España sus parientes son.
A todos alcanza honra por el que en buena nació.
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wow qe bna pagiina m a ayudadho mxo grax grax grax n.n
ResponderEliminargraciasssssssssssss T^^T n.n pobres hijas del cid :(
ResponderEliminarBuen blog!
ResponderEliminarHe aqui un resumen de la influencia de El Cid Campeador en el ámbito musical:
LUIS FONSI - La Fuerza del Corazón
http://www.youtube.com/watch?v=8lXNe_Ubnjk
SIGNAL BLADE - El Exilio
http://www.youtube.com/watch?v=GBfND4w4FZU
AVALANCH - El Cid
http://www.youtube.com/watch?v=eT1nocnBRto
TIERRA SANTA -Legendario
http://www.youtube.com/watch?v=k09M7soYHNY
DARK MOOR - Mio Cid
http://www.youtube.com/watch?v=iLWeTaaj6z8
FOLKODIA - El Cid The Champion
http://www.youtube.com/watch?v=Evaj-DbFBXA
METALIUM - Revenge of Tizona
http://www.youtube.com/watch?v=7pU6Gbu2Zk4