GONZALO DE BERCEO

Poco sabemos de la figura histórica de Gonzalo de Berceo más allá de lo que él mismo nos sugiere en alguna de sus obras. Sin embargo, al menos de una cosas podemos estar seguros: es el primer autor en lengua romance cuyo nombre conocemos.

 

Debió nacer a finales del S.XII en Berceo, La Rioja, muy cerca del monasterio de San Millán, en el que adquirió su formación y al que estuvo estrechamente vinculado toda su vida.

OBRA

Aunque al hablar de Gonzalo de Berceo enseguida pensamos en su obra más ilustre, Milagros de Nuestra Señora, el escritor riojano es autor de un buen número de producciones literarias. Tradicionalmente sus suelen organizarse en tres grandes grupos:

 

• Obras hagiográficas: presenta a los fieles las ejemplares vidas de algunos santos, tratados del mismo modo en el que los juglares describían a los grandes héroes. Con ello se consigue que el público se familiarice con el ambiente de la narración, al tiempo que se convierte en admirador y devoto de los protagonistas.

• Obras marianas: responden a la devoción que, sobre todo a partir del S.XIII, se profesa en toda Europa a la Virgen, considerada mediadora entre Dios y los hombres.

• Obras doctrinales: poseen un marcado carácter divulgativo, y lejos de cualquier planteamiento teológico, pretenden explicar a la población más humilde sencillas cuestiones de la liturgia religiosa.

 

 

La mayor parte de sus obras hagiográficas desarrollan vidas de santos relacionados con el monasterio de San Millán. Ello se debe a un interés propagandístico, pues este monasterio había gozado durante años de una enorme importancia y recibía continuamente los donativos de humildes peregrinos y grandes señores. A fines del S.XII, sin embargo, surgen a su alrededor otros conventos que le restan limosnas y donaciones. La campaña orquestada para contrarrestar dicha competencia cuenta con el apoyo de Berceo, encargado de hacer llegar a la población la enorme importancia de los santos relacionados con el monasterio riojano.

 

MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA

Es, como ya se ha señalado, la obra más importante de Berceo. Está compuesta de un prólogo con carácter alegórico y de veinticinco milagros en los que se cuenta los modos diversos que tiene la Virgen de relacionarse con las personas.

Temáticamente podemos organizar los veinticinco milagros en tres grandes grupos:

1. Milagros en los que la Virgen premia o castiga a los hombres.
2. Milagros de perdón, en los que María salva a sus seguidores de la condenación eterna.
3. Milagros de conversión o crisis, con un mayor sentido doctrinal.

Todos los milagros, además, presentan la misma estructura:

• Breve introducción.
• Cuerpo narrativo (dividido a su vez en tentación, caída y milagro de la Virgen.
• Alabanza a la Virgen.

Salvo la historia contada el milagro titulado La iglesia robada, de asunto puramente español, el resto han aparecido en colecciones similares a la de Berceo que durante todo el siglo XIII abundaron por la Europa cristiana. El mérito del autor riojano reside en la maestría con la que supo aunar la tradición eclesiástica de los sermones y retóricas predicaciones con el estilo sencillo y eminentemente oral de los juglares.

 

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